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Por qué un NO a una dieta restrictiva o dieta milagro y SÍ a un cambio de hábitos

Por qué un NO a una dieta restrictiva o dieta milagro y SÍ a un cambio de hábitos

En determinados momentos del año, desde los medios de comunicación nos asaltan con las llamadas dietas milagro o simplemente las dietas que te permitirán perder peso en poco tiempo y menos esfuerzo....esto es posible??? Vamos a verlo…

Ya sea por la proximidad de una ocasión especial (celebración social, una boda..) o bien por que llega el verano, el buen tiempo y la playa!! muchas personas suelen acudir a las famosas dietas “rápidas” esperando que en un mes, podamos eliminar todos los excesos cometidos durante el año, lamentablemente, nada más lejos de la realidad ya que estas dietas, por norma general y especialmente las realizadas sin ningún control médico, suelen consistir en modelos de alimentación poco equilibrados que en ocasiones generan problemas de salud y que resultan muy difíciles de continuar en el tiempo.

En una encuesta realizada por la Academia Española de Nutrición y Dietética y la fundación Mapfre, la mayoría de las personas encuestadas, reconocen que las dietas milagros no son buenas para la salud, tienen efectos negativos y no se pueden mantener en el tiempo. Sólo un pequeño porcentaje (3%) alega que le ha resultado, posiblemente por lo logrado a corto plazo. Suelen hacerlas por consejos de allegados, pero sin asesoramiento de un profesional.

Sin embargo, algunas personas siguen optando por esta opción.

Generalmente el realizar una dieta restrictiva nos genera una insatisfacción y un malestar anímico que resulta lógico el que no la podamos continuar en el tiempo, ¿alguien se imagina vivir a dieta todo el año en ese permanente estado de disconformidad con todo el mundo??

Un porcentaje alto de la población fracasa en sus intentos de hacer dieta, imaginaos…de repente te quitan de tus comidas habituales, la gran mayoría de los mal llamados “alimentos ricos”, tienes que comer otros que no estás acostumbrado a comer ni a cocinar y que no son parte de tu rutina habitual, o te dan batidos que dicen ser mágicos…al final las comidas se convierten en una lucha contra comidas “aburridas” que no te gustan y que casi consideras como castigos.

Por lo tanto, es lógico pensar que algo (esa famosa dieta…la que sea) que produce esa desazón mental, esa insatisfacción y ese aburrimiento, se convertirá en un proceso totalmente desmotivador, con lo que abandonas la dieta, recuperas los viejos hábitos y con ellos, los kilos perdidos…por no hablar del tan famoso efecto rebote (del que hablaremos en artículos futuros), en el que se recupera grasa perdida y se aumenta de peso.

Suelen ser dietas tan restrictivas, en las que acostumbran quitar grupo de alimentos importantes para nuestro organismo, en las que se pierde algo de grasa, pero lo que más se pierde es  músculo y agua, y esto provoca cambios en el metabolismo que al comer algo fuera de esa dieta, se recupera el peso perdido y a veces más.

Por todo esto cuando hablamos de perder peso, hablamos más que del peso, de sentirnos bien con nosotros mismos. Realmente debemos hablar de un cambio en nuestro estilo de vida, de un cambio en nuestros hábitos de alimentación, en nuestra actividad física, nuestro sueño, nuestra relación con la comida, etc., que a la larga se convertirán en nuestra herramienta más eficaz para conseguir nuestros objetivos y sobre todo, tener una vida saludable y que perdure en el tiempo.

El cambio de hábitos implicará conocer a los alimentos para así priorizar el consumo de lo más saludable, también deberemos conocer las mejores formas de preparar esos alimentos y por lo tanto, aprenderemos a estructurar y planificar nuestras comidas de una forma adecuada y saludable, de manera que cumplan con todas nuestras necesidades perdiendo peso de manera natural, mejorando nuestra composición corporal y lo más importante, mejorando nuestra salud. Pero como siempre digo, no es solo la alimentación lo que cuenta, si no todos los aspectos que puedan influir en nosotros.

Es un proceso lento que requiere esfuerzo, es eficaz, placentero, acorde a cada uno de nosotros, basándonos en nuestros gustos, costumbres, horarios, es flexible y formará parte de nuestra vida. No será una dieta, si no que será una forma saludable de vivir.

El paso más importante que debes tener en cuenta es el de contar con la ayuda de un nutricionista que es un profesional con los conocimientos necesarios para ayudarte en tu alimentación, de forma saludable y segura…de hecho, se convertirán en tu mejor aliado para aprender, para siempre, a alimentarte de la mejor manera posible.

Bibliografía

https://www.academianutricionydietetica.org/noticia.php?id=122
https://documentacion.fundacionmapfre.org/documentacion/publico/es/catalogo_imagenes/grupo.do?path=1106426

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